San José, Costa Rica. Al Grito de: ¡No, No, No al TLC!, mas de 150,000 personas que se dieron cita al Paseo Colon, la mas importante avenida de la capital costarricense, manifestaron su total rechazo a la medida impulsada por el neoliberal gobierno de Oscar Arias.
Es difícil escribir en una nota de este tipo, todo lo que allí aconteció, así como es difícil describir el sentimiento experimentado como observador y participante de la más grande movilización que Costa Rica haya tenido en toda su historia, que dicho sea de paso, ha sido también, la mayor movilización a la que este autor haya asistido.
Todo comenzó desde tempranas horas, cuando pequeños grupos de personas se reunían en parques, centros comerciales, paradas de buses y en cada barrio de la capital, para acudir juntas en dirección del Paseo Colon. A pie, en transporte colectivo, en carro o en buses alquilados, fueron llegando de apoco a esta actividad histórica.
Portando banderas, pancartas, globos, alegría y el más encumbrado ánimo, los asistentes a esta manifestación, hicieron la mayor fiesta de patriotismo imaginable.
Así como es destacable el enorme ánimo mostrado por los ticos, también lo es su impresionante creatividad y espontaneidad, para hacer cualquier cosa, para mostrar su rechazo al TLC: pegarse estickers en la ropa, sombreros y gorras; pintarse la piel, nuevamente la ropa, inventarse canciones, y llevar pancartas con frases contundentes como: “la familia Valverde vota No al TLC”, “Arias: calladito mas bonito”, “A Votar por el No o nos lleva Putas” y muchas mas.
Ya en el paseo Colon, la algarabía comenzó. Tres tarimas estratégicamente colocadas en todo lo largo de la calle, animaban la jornada: Una tarima era la principal, en la cual dieron sus discursos las principales figuras nacionales que se oponen al TLC, entre ellos: Monseñor Trejos, el expresidente Carazo y varios rectores de las mas importantes universidades del país. En las otras tarimas: la de
Lo que no falto en ninguna de las tres tarimas fue la música y los coros contra el TLC. La música movida, incito a bailar y los ticos se dejaron llevar, para convertir en un gigantesco baile toda la avenida Colon. Hay que decir que toda la música que sonó en la actividad fue la música creada para la campaña, con un alto contenido de protesta y llamado a la lucha. Para esto los ticos han demostrado un enorme talento.
De repente el paseo Colon se volvió intransitable. Era todo un reto poder moverse dentro de ese mar de gente, entre los que iban y los que venían, entre los que estaban quietos.
Debajo de las tarimas las carrozas provenientes de todas partes, el teatro de calle, los mimos, grupos circensenses, gente con disfraces, las batucadas, animaban todo y deleitaba los sentidos.
Los costarricenses demostraron una energía sin igual: bailaban, saltaban, gritaban, cantaban, corrían, sin cansarse. Cuando parecía que se detenían, con más fuerza gritaban y bailaban de nuevo.
Hubo gente que improvisaba y con algún instrumento entonaba las notas del himno nacional de Costa Rica, recurriendo a una de las expresiones más repetidas de nacionalismo que pudimos observar.
Al final, la tarde fue cayendo y se vino el cierre, el cual estuvo a cargo de los jóvenes de
Una cosa curiosa de resaltar es que después del evento, en las plazas publicas, en los parques, en los centro comerciales, se podía ver a la gente que portaba aun, sus banderas y pancartas, sus camisetas con el No al TLC, demostrando la enorme confianza que tienen de cara al 7 de octubre próximo donde seguro se volverá a vivir otra gran fiesta.
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