martes, 8 de septiembre de 2009

El Rumbo Economico y Politico en los Primeros 100 Dias del gobierno de Mauricio Funes.

Por: Asociación Solidaria de Economía Alternativa.

Luego de transcurridos 100 días del nuevo gobierno, creemos necesario hacer una breve valoración del rumbo político y económico que este ha tomado en este corto periodo de tiempo.
Nos parece necesario hacer este análisis, en primer lugar, por ser un gobierno en el cual se han depositado las esperanzas de cambio y mejores condiciones de vida por parte de la mayora de la población y en segundo lugar, porque fue un partido de izquierda el que gana las elecciones después de 20 años de gobiernos neoliberales de ARENA.

Pese a que existen opiniones que plantean que 100 días es un tiempo relativamente corto para evaluar una gestión, consideramos que esto seria correcto en el caso de evaluar resultados específicos, mas sin embargo, nuestro propósito no es este, porque seria un análisis simplista, en este sentido, el objetivo de este documento es evaluar el fondo o contenido del nuevo gobierno a partir de la orientación de las políticas y posturas planteadas, porque a través de estas se puede establecer el rumbo político y económico del gobierno de Mauricio Funes, lo cual en definitiva es lo importante para saber si es un gobierno que defiende los intereses del pueblo o no.

El FMLN gana las Elecciones y Mauricio Funes el Gobierno.

Para iniciar el análisis, es importante tener presente la forma en que Mauricio Funes llega al Poder Ejecutivo, porque esta situación ha sido transcendental para el desenvolvimiento de la nueva gestión y además, ayuda ha explicar muchas de las valoraciones que acá presentamos.

A nuestro juicio existen al menos 5 factores que posibilitaron que el FMLN ganara las elecciones y que Mauricio Funes llegara a la presidencia.

En primer lugar, la alianza política entre el FMLN y un sector de la burguesía o empresa privada del país, representada en los Amigos de Mauricio y la familia Salume. En segundo lugar, el agotamiento político de ARENA, después de 20 años de exitosa aplicación del modelo neoliberal, lo cual le ha provocado un desgaste considerable, incluso frente a sectores de derecha. El tercer factor, es la actual coyuntura de crisis económica en la que se encuentra el capitalismo global, es decir, tiene que ver con la situación de miseria, inseguridad y vulnerabilidad en que se encuentra el país después de aplicadas las políticas neoliberales. En cuarto lugar tenemos, que la correlación de fuerzas políticas fue favorable a un cambio de gobierno, correlación que incluyo a sectores de derecha partidaria como el CD y a parte de la derecha clasista como la familia Salume, que se sumaron a una especie de cruzada contra ARENA. Un quinto factor, fue el discurso de cambio sin cambio presentado por Mauricio Funes y el FMLN, este factor es evidente en las posturas de defensa del libre mercado y la propiedad privada planteadas por el candidato Funes, su distanciamiento de gobiernos de países que pudieran tener por lo menos “discursos radicales” como Venezuela, así como en el tímido programa de gobierno del FMLN.


Tres Niveles para Medir los Cambios

Para entender lo complejo de la realidad salvadoreña actual, hay que tener en cuenta que se encuentra estructurada en distintos niveles que ayudan a explicar su funcionamiento. Para comenzar hay que decir que en El Salvador predomina el Sistema Económico Capitalista, es decir, predomina la propiedad privada y la gran mayoría de salvadoreños y salvadoreñas somos explotados por unos pocos, aunque no lo sepamos, El sistema económico es la forma básica en que la sociedad se organiza para la producción y distribución de las cosas que los seres humanos necesitamos para vivir, esta organización esta basada en un poder económico, un poder jurídico, un poder político y un poder ideológico.

Por otra parte, el modelo económico es por así decirlo, el rostro particular que reviste el sistema económico, para nuestro caso, desde finales de los ochentas se viene aplicando por los distintos gobiernos de ARENA, el Modelo Neoliberal, el cual se refiere a las privatizaciones y al libre mercado.

Por ultimo tenemos la Estrategia Económica, que son las políticas con las cuales se implementa el modelo económico. En El Salvador la estrategia para impulsar el neoliberalismo han sido los tratados de libre comercio (TLC), la dolarización, los megaproyectos, entre otros.

Por estos tres niveles: el sistema, el modelo y la estrategia, pasan los verdaderos cambios en una sociedad, por lo cual también determinan el rumbo económico y político de un país y de un gobierno. Esta claro que un gobierno no puede cambiar el sistema económico, pero si puede implementar un determinado modelo y también puede impulsar una estrategia para ese modelo como lo ha hecho ARENA.

El gobierno de Funes ha sido claro en que respetara la propiedad privada, es decir, no pretende cambiar el sistema capitalista, ha planteado que “el mejor asignado de los recursos es el mercado” y que respetara las privatizaciones realizadas por ARENA, en otras palabras, que seguirá impulsando el modelo neoliberal. En cuanto al nivel más inferior, la estrategia económica podemos decir que tampoco se visualiza ningún signo que muestre alguna diferencia de la estrategia implementada por la derecha.

La Continuidad de la Estrategia Económica

La estrategia económica que desarrollo ARENA estuvo basada en la apertura comercial a través de los Tratados de Libre Comercio, como el CAFTA DR (TLC con Estados Unidos) con la que se constituyeron las grandes empresas importadoras, por lo cual se debilito la producción nacional, especialmente la agrícola y se fomento la migración hacia los Estados Unidos para que desde allá se enviaran remesas familiares, con ello la banca se convirtió en el sector mas poderoso del país.

Se dolarizo la economía y se elimino la política monetaria para favorecer a los sectores importadores con lo que se incremento la dependencia de los Estados Unidos.

La política fiscal estuvo orientada a disminuir o eliminar los impuestos a las empresas y a los mas ricos del país y ha incrementar y crear impuestos para los pobres. El gasto de los recursos del Estado se enfoco en beneficiar y por lo tanto enriquecer aun mas a los ricos, como es el caso de la compra de productos a las grandes empresas o la construcción de los megaproyectos.

Se diseño una serie de mega obras enmarcadas en el Plan Puebla Panamá (PPP), ahora llamado Iniciativa para Meso América, tales como la carretera longitudinal del norte, las Presas El Chaparral y El Cimarrón, el anillo periférico, el Puerto de Cutuco, la minería de oro y plata y la reactivación del ferrocarril. Todas estas, con el fin de crear mejores condiciones a las inversiones y a las grandes empresas para que pudieran obtener más ganancias.

De ninguna de estas medidas se ha desmarcado de manera clara el gobierno de Mauricio Funes y en muchos caso ni el partido FMLN, es mas, Funes ha sido tajante al afirmar que no revertirá la dolarización y los TLC, que no detendrá la construcción de la presa El Chaparral y ha profundizado la relación con Instituciones Financieras Internacionales como el FMI, el BM y el BID, promotoras del neoliberalismo y defensoras de los intereses de las grandes transnacionales.

El gobierno de Funes mantiene y profundiza las políticas paternalistas o de alivio de la pobreza como la Red Solidaria de ARENA, a la cual solo le cambio nombre, pero que no es sostenible en el tiempo y que no ataca las causas de la pobreza como es el desempleo y la distribución desigual de la riqueza.

Como respuesta a la difícil situación económica del país, impulsa el Plan Global Anticrisis, que además de ser limitado, no se aleja para nada de la estrategia ni del modelo neoliberal, causante de dicha crisis, ya que entre sus puntos se encuentra brindar $800 millones mas en ayuda financiera a los bancos y cerca de $280 millones a las empresas constructoras con el plan “Casa para Todos”, lo que en definitiva significa ayudar a los que se han enriquecido en los gobiernos de ARENA.

El hecho que no exista en estos primeros 100 días, ninguna señal de cambio en estas medidas, es importante de tomar en cuenta respecto al rumbo del actual gobierno, porque no se trata de cambiarlas de la noche a la mañana, se trata de enviar señales de voluntad política de revertir la estrategia, de tener posturas definidas que indiquen que aunque por el momento no se pueda avanzar hacia los cambios que se quieren, el objetivo estratégico es ese.

Por el contrario el gobierno de Mauricio Funes ha intentado presentar el cambio como una simple forma distinta de gobernar, por ello han dado enfusís publicitario a la entrega no partidaria de las semillas y abonos a los agricultores y hacer publicas irregularidades del gobierno anterior, pero sin proceder judicialmente. Además ha ampliado los programas sociales asistencialistas como el bono a la gente de la tercera edad, la dotación de uniformes, zapatos y útiles escolares, etc.

Especial mención merece el Consejo Económico y Social (CES) porque en apariencia parece una forma distinta de diseñar las políticas económicas y sociales del país, sin embargo, este tiene una gran limitante al no ser vinculante, y sobretodo porque es muy difícil creer que puedan haber consensos beneficiosos para el pueblo estando la burguesía presente con toda su maquinaria técnica y política. La participación de la burguesía en el consejo refuerza la posición conciliadora con los sectores responsables de la grave crisis económica, social, política y ambiental que vive el país.

También nos parece que el movimiento social salvadoreño no comienza ni termina con los representantes en el CES.

Las Señales Esperadas

Transcurrido 100 días de gobierno deberían de haber signos que indiquen una voluntad política de cambiar en un primer momento la estrategia económica, porque esto crearía las condiciones para cambios verdaderos en todos los ámbitos. Ciertamente el actual gobierno encontró al Estado al borde de la quiebra y bajo una de las mayores crisis económicas mundiales, pero por esta misma razón es imprescindible transformar la estructura económica salvadoreña.

Para enviar estas señales de cambio, el poco tiempo de gestión no es impedimento, mucho menos lo es, la correlación de fuerzas en la asamblea legislativa porque la estrategia económica no requiere de decretos legislativos, en todo caso la correlación de fuerzas que el gobierno debe buscar es con el pueblo, porque este, es el único que puede garantizar los apoyos necesarios para impulsar las medidas económicas y sociales.

Que buena parte de ARENA siga en el nuevo gobierno tampoco impide que se impulsen las políticas que el pueblo espera, porque al final de cuentas, es el presidente el que debe decidir y no los ministros o mandos medios, nuevamente esto nos lleva a la voluntad política.

Por otra parte, si en realidad este es un gobierno de transición y no un gobierno de cambio como han expresado dirigentes del FMLN, por lo cual se debe esperar hasta el próximo gobierno para hacer realidad las aspiraciones de la gente, ¿porque se vendió una idea de cambio sin cambio?, ¿porque plantearon que iba ser el gobierno del cambio si es un gobierno de transición?

El Verdadero Cambio

En definitiva, la disputa del gobierno parece estar ganándola la burguesía, mientras no hayan señales concretas el cambio será una simple ilusión. Casos como El Chaparral y la minería pueden comenzar a cambiar esta percepción, pero para ello, el gobierno de Funes debe romper con la lógica que ha venido prevaleciendo.

Los cambios verdaderos no son, que se entregue mas semilla mejorada a mas agricultores, sino que se les proporcione la capacidad de adquiridas por si mismos, y que esta actividad sea rentable, esto pasa por regular el mercado, por dotarlos de tierras y por transformar el viejo modelo agrícola.

El cambio debe expresarse entre otras cosas en una economía planificada, donde el mercado este regulado y al servicio de la sociedad; en una reforma fiscal, donde paguen mas impuestos los que tienen mas y donde el gasto publico vaya orientado hacia la clase pobre pero con un enfoque de desarrollo; en una economía donde los sectores estratégicos sean del Estado y se posea política monetaria y moneda propia; y donde las grandes obras tengan un beneficio social real y no un interés económico particular.

Solo de esta forma, el nuevo gobierno defenderá los intereses del pueblo, sino será otro gobierno más, que pasara a la historia por haber defraudado las esperanzas de todo un pueblo.