Probablemente ya habrán visto las fotos de clientes enfurecidos haciendo cola ante el Northern Rock Bank para retirar su dinero. Ésta es la primera gran carrera hacia un banco británico en más de un siglo. Ha perdido un octavo de sus depósitos en tres días. Las imágenes son titulares en el Reino Unido, pero se han puesto en las páginas posteriores de los diarios estadounidenses. El motivo de ello es obvio. El mismo huracán económico de fuerza cinco que acaba de tomar tierra en Gran Bretaña se dirige hacia América y va cogiendo fuerza en el camino.
El lunes por la noche, el gobierno británico, en un intento desesperado por evitar el ensanchamiento del pánico, lanzó una señal de emergencia a los clientes del Northern Rock, según la cual su dinero se encontraba a salvo. El gobierno está intentando encontrar comprador para el Northern Rock.
Ésta es la pinta que tiene la carrera de un buen y viejo banco. Y, como en 1929, los propietarios del banco y el gobierno están intentando frenéticamente calmar a sus clientes asegurándoles que su dinero está a salvo. Pero la naturaleza humana es la que es y la gente no se tranquiliza tan fácilmente cuando piensa que sus ahorros están en peligro. El resultado final es éste: la gente quiere su dinero, no excusas.(ver mas)
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