sábado, 5 de enero de 2008

El mundo empieza a dar la espalda a un dólar débil.

Michel Porcheron
Rebelión
Traducido para Rebelión por Juan Vivanco

Ante un sistema bancario mundial al borde de la asfixia (1), el miércoles 12 de diciembre los diarios occidentales anunciaron que los bancos centrales de los principales países industrializados habían puesto en marcha una vasta operación conjunta en los mercados de crédito para tratar de calmar las tensiones crecientes creadas por la crisis de las famosas hipotecas de alto riesgo (subprimes).La Reserva Federal usamericana, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco Nacional Suizo, el Banco de Inglaterra y el Banco de Canadá anunciaron una serie de medidas técnicas para inyectar liquidez —dinero fresco— en el sistema interbancario. Algo que no se había visto desde los atentados del 11 de septiembre de 2000, comentó el diario francés Le Monde (13 de diciembre).Pero sólo 24 horas después de que se anunciara esta inyección de unos 64.000 millones de dólares de liquidez suplementaria, la confusión persistía. La iniciativa no tuvo el efecto esperado en los mercados. Los mercados financieros temen sobre todo dos cosas: la desestabilización del sistema bancario mundial y la propagación de la crisis a la economía real (2). Bailan al son de la crisis de los ya insoslayables subprimes, los famosos créditos inmobiliarios otorgados en USA a hogares que se han declarado insolventes y han llevado a la quiebra a muchos bancos prestamistas. Cuando los expertos mencionan esta crisis hablan del efecto mariposa (efecto considerable originado por una crisis mínima o lejana) de los subprimes que recuerda, por si hiciera falta, los límites del voluntarismo político. (ver mas)

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